La mayor parte de los colectivos sociales de la Sierra muestra su rotundo rechazo a las actuaciones antidemocráticas del Gobierno municipal de Collado Villalba, y en especial de su alcalde. Su apoyo al hospital privado en terreno protegido, su apuesta por las grandes superficies frente al pequeño comercio, los despidos injustos de representantes sindicales, el acoso a La Fabrika o su resistencia al carril bici, por citar algunos ejemplos, se unen ahora a la represión de la libertad de expresión en la reciente jornada de carnaval.
Un fantasma recorre Villalba: el fantasma de los movimientos sociales… y esto no le hace ninguna gracia al alcalde Villalba, ni si quiera en carnaval.
El alcalde de Villalba está consternado porque la gente participa y toma conciencia de que su actuación a través de los movimientos sociales puede transformar la realidad que les rodea, en este caso, la realidad de Collado Villalba.
Al alcalde no le gusta que la gente de su entorno, sus vecinos y vecinas, tomen partido de forma clara y contundente, oponiéndose al desmesurado afán urbanístico que nos venden en forma de desarrollo (su desarrollo insostenible, frente a nuestro modelo de desarrollo sostenible); al alcalde no le gusta que la gente exija que se fomente una forma de transporte ecológico y sostenible como es el carril bici; al alcalde de Villalba no le gusta que los jóvenes de nuestro entorno se organicen “fabrikando” una forma de ocio alternativo mucho más positivo que el promocionado en su forma de hacer política de centros comerciales; al señor alcalde de Villalba no le gusta que los vecinos tomen conciencia de que les están vendiendo un sistema de salud en nuestra comunidad de gestión privada que va en contra de los intereses de los trabajadores y de los veci@ns como usuarios; al alcalde de Villalba no le gusta que los vecin@s opten por el pequeño comercio como forma de encuentro vecinal frente a la gran superficie de horarios extraños y exhaustivos; al alcalde no le gusta que se denuncien los despidos injustos de trabajador@s conocidos “casualmente” por su actividad sindical y tan necesari@s por su labor en la inserción social de muchos de nuestros jóvenes.
A fin de cuentas al alcalde de Villalba no le gusta que sus vecin@s de Villalba actúen como ciudadan@s de una democracia. ¿Y qué hace el alcalde de Villalba cuando esto no le gusta? Pues actúa como actuaban los que gobernaban antes de 1975, reprime las actuaciones de sus díscolos veci@ns y de sus díscolos movimientos sociales con todos los instrumentos que tiene en su poder, policía y guardia civil incluida.
Desde las organizaciones de la Sierra en las que se agrupan una gran cantidad de colectivos sociales como la Coordinadora Salvemos la Sierra y el Foro Social de la Sierra de Guadarrama, pasando por el CSOA La Frabrika de Sueños o Ecologistas en Acción, junto a grupos políticos como Izquierda Unida Comarca Noroeste, la Agrupación de Ciudadanos de Torrelodones por una Alternativa (acTÚa), la Agrupación del Partido Comunista de España de Collado-Villalba e Izquierda Anticapitalista de Sierra del Guadarrama, queremos denunciar de forma pública la lamentable e inexcusable actuación del equipo de gobierno de Villalba en el desfile de carnaval. Lo ocurrido es una muestra más de la falta de entendimiento del significado de la palabra democracia por parte del señor alcalde, el quitar la voz a los que hablan en nombre de muchos vecinos es un acto de censura. Intentar callar a los que denuncian lo que es de justicia denunciar es hacer patente la falta de libertad de expresión que existe hoy en Villalba. Utilizar por parte del alcalde a los medios de seguridad para evacuar a los que democráticamente actúan donde se debe actuar es algo infame. Cada empujón y cada atropellamiento sufrido no hacen más que calificar al que no aguanta la ironía, la sátira y la crítica. Y si este alcalde no es capaz de gobernar fuera de su patulea de lacayos y lame-levitas, que dimita.
Desde todos estos colectivos informamos al alcalde que los movimientos sociales no nos hemos callado antes ni tampoco nos callaremos ahora, que seguimos y que seguiremos, y que su hostigamiento y acoso para lo único que vale es para demostrarnos que le estamos dando donde más le molesta, es decir, en el centro de su especulación y de su modelo de desarrollo insostenible.
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