Las elecciones del 20-N le han dado al PP una mayoría absoluta de 186 escaños, con 10.830.693 votos, 44,62%; 32 diputados y unos 600.000 votos más que en el 2008. El PP va a poder aplicar sin ninguna restricción parlamentaria su programa de recortes sociales, privatizaciones y limitación de libertades civiles. Su triunfo se ha cimentado en la gran derrota del PSOE, que con 110 escaños, 6.973.880 votos, 28,73%; 59 diputados y aproximadamente 4,3 millones de votos menos que en el 2008 obtiene sus peores resultados de siempre. Desde que Zapatero aprobó el plan de ajuste en mayo de 2010, a la que siguieron la reforma laboral, el pensionazo y la reforma exprés de la Constitución para garantizar el límite de déficit, la sentencia contra el PSOE estaba dictada y solo faltaba fijar el día de la ejecución. Pese a sus intentos desesperados por tratar de desmarcarse de unas políticas de las que fue coautor, Rubalcaba ha cosechado un rotundo fracaso que, no obstante, no parece que le haya llevado a descartar su candidatura al liderazgo del PSOE.
En un contexto económico internacional donde la perspectiva de una crisis aguda de la deuda soberana española, que incluso pueda acarrear una suspensión de pagos o un “rescate-chantaje” por parte de la troika CE-FMI-BCE, las embestidas del reforzadísimo gobierno del PP contra la sanidad, la educación, el subsidio de paro o las ayudas a la dependencia serán inmediatas.
Las malas noticias también llegan de Catalunya, con el triunfo de CiU (16 diputados; 1.014.263 votos; 39,33% en Girona; 27,15% en Barcelona; 41,35 en Lleida; 30,55 en Tarragona. 6 diputados y unos 250.000 votos más que en el 2008) a pesar de los recortes salvajes que está perpetrando en la sanidad pública. Aquí también, el hundimiento del PSC explica en buena medida esta victoria de la derecha nacionalista.
Para completar el mapa negativo, UPyD ( 5 diputados, 1.140.242 votos, 4,69%, 4 diputados más y 834.163 votos nuevos) sube mucho y recoge a muchos antiguos votantes del PSOE y a algunos del PP. Su marcado españolismo y un derechismo cada vez más acentuado hacen que este avance sea otro dato preocupante para la izquierda alternativa.
Entre las buenas noticias del 20-N encontramos la espectacular irrupción de Amaiur (7 diputados, 333.628 votos; 14,87% en Nafarroa; 19,21% en Bizkaia; 34,80% en Gipuzkoa; 19,11% en Araba) que supone un espaldarazo casi definitivo para la nueva estrategia de la izquierda abertzale y un problema serio para el PP en su estrategia de “vencedores y vencidos” en el conflicto vasco. La existencia de un grupo parlamentario independentista y de izquierdas en Madrid hará ya casi imposible la criminalización, o la ilegalización que sigue defendiendo algún sector de los populares, de esta importantísima parte de la sociedad vasca.
También es satisfactorio el resultado de IU (11 diputados, 1.680.910 votos, 6,92%; 9 diputados y aproximadamente 700.000 votos más que en 2008) que recoge una parte de votantes desencantados del PSOE y , a falta de análisis más detallados, una amplia franja del voto joven influido por el 15-M. Cayo Lara ha declarado que no se van a institucionalizar y que serán “la voz de la calle”. Pronto lo comprobaremos, pero las experiencias pasadas hacen que existan dudas fundadas sobre ello. Esperemos equivocarnos y que efectivamente así sea.
Equo ( 215.776 votos, 0,88%) se queda muy lejos de sus expectativas de conseguir representación parlamentaria ( el diputado de Compromís es miembro del Bloc Nacionalista Valenciá, más cercano a CiU que a ICV) y su futuro está en duda: el apoyo decidido de ICV y el Partido Verde Europeo tenían como único objetivo colocar diputados en el Congreso, especialmente por la circunscripción de Madrid, donde se queda muy lejos de alcanzarlo con 64.828 votos y el 1,92% de los votos. Su futuro es una incógnita. Hace unos años, hubo una operación parecida encabezada por José María Mendiluce para el Ayuntamiento de Madrid. Tuvo unos resultados parecidos a los de Equo. A los 6 meses, no quedaba ni el rastro de esta candidatura.
Finalmente, la candidatura Anticapitalistas ha obtenido 24.456 votos en todo el Estado (nos presentábamos en 13 circunscripciones, con una media del 0’2% por provincia).Comparándolo con el resultado de las elecciones europeas de 2009, donde concurrimos solo como IA, hay un crecimiento apreciable en el número de votos totales (entonces fueron 19.890 votos en todas las circunscripciones) y los resultados se triplican en Catalunya. También aquí, los resultados se doblan con respecto a las elecciones catalanas del año pasado. Pero son resultados muy modestos, muy por debajo de lo que sería necesario en un contexto como el actual . A pesar de la indignación general con el sistema mucha gente prefiere hacer un "voto útil", votando a IU o ICV-EUiA, en lugar de optar por un voto de protesta y de convicción para Anticapitalistas, o, simplemente, prefiere abstenerse (o votar nulo ) al pensar que no hay posibilidad de que una opción nueva y combativa pueda sacar representación. Estamos satisfechos de todo el proceso de recogida de firmas para podernos presentar y de la campaña combativa realizada, que ha despertado simpatías y apoyos de gente muy diversa, alguna de la cual ha optado por votarnos y otra no. Muchas personas han colaborado con la campaña y han manifestado su voluntad de contribuir, con nosotros y nosotras, a impulsar una alternativa anticapitalista. Seguir trabajando en los movimientos sociales y en los combates que vendrán contra los recortes del PP y CiU, de una manera radical pero unitaria, es la tarea que tenemos por delante para seguir construyendo un nuevo instrumento político anticapitalista.
La mayoría absoluta del PP y el contexto general de ataque sin precedentes contra la clase trabajadora hacen más necesario que nunca que se articule un gran frente para la resistencia social que sea capaz de levantar un muro en las calles contra los recortes que se van a sancionar en sede parlamentaria. En este momento, las pancartas y los megáfonos son nuestra única arma contra la estrategia de la derecha económica, social y política, que va a controlar todo el poder político en casi todas las instituciones del Estado. A este frente, están llamados a sumarse las asambleas del 15-M, cuyo papel será fundamental, los sindicatos, movimientos sociales y organizaciones políticas de la izquierda alternativa. La creación de confianzas por abajo, al calor de las luchas, la elaboración de objetivos programáticos de urgencia anticapitalista, el establecimiento de formas de funcionamiento participativas y democráticas desde la base serán el terreno donde se pueda ir generando la unidad de las izquierdas, contra la derecha y en defensa de un nuevo modelo económico, político y social, basado en el reparto de las riquezas, la preservación del medio ambiente y la construcción de un mundo sin opresiones específicas de ningún género. A esta tarea dedicará Izquierda Anticapitalista todas sus fuerzas desde ahora mismo.
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