En la Sierra de Guadarrama parecería que la necesidad y el hambre lleva algunos a buscar el filete directamente al productor. En menos de una semana ya son 2 las res matadas y descuartizadas en plena pradera.
El primero fue un choto encontrado troceado en una finca de El Boalo la semana pasada. El animal después de haber recibido un tiro, fue meticulosamente despojado de toda su carne. In situ el Ganadero y la Guardia Civil solo pudieron encontrar restos y vísceras.
En La Cerquilla, frente a la urbanización El Guijo, de Galapagar, en la carretera de Galapagar a Guadarrama, se trata de una vaca de 600 kilos la que sufrió el mismo asalto. La pieza de un valor aproximativo de 4.000Euros fue troceado para extraer el mayor despiece posible para el futuro consumo humano. Sin embargo, no pudieron recoger más que lomos, piernas, solomillos y cuartos delanteros, en una operación llevado a cabo en plano oscuridad.
Los hallazgos de estos dos animales muertos han desatado una gran preocupación entre los ganaderos de la Sierra madrileña, pero este suceso ya ocurro al principio del año en una finca de Ciudad Real (Castilla la Mancha) sin alarmar demasiado a las autoridades.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil está investigando y tratan identificar a los individuos con un perfil que podría ser:
Personas con escasos ingresos, que no llegan a fin de mes o sin recursos, que tenga una numerosa familia que alimentar, no tienen perspectiva alguna de encontrar un nuevo empleo en los próximos meses, que esta dispuesto a organizarse con otros desamparados para solucionarse provisionalmente el problema económico y social sin tener que perder la custodia de sus progenituras. Unos criminales con buenos cuchillos de cocina y mucha ganas de comer filetes de la Excelente carne de la Sierra de Guadarrama. Personal que dispongan de uno o varios vehículos espaciosos y congeladores de gran capacidad. Con buena vista y destreza para realizar actividad nocturna. Y con la valentía de matar y descuartizar con su propias manos mamíferos de hasta 600 kilos.
Si no fuera por esta última característica, posiblemente estaríamos hablando de una lista interminable de sospechosos en la Sierra de Madrid, una lista que se alarga de día en día además.
Si puedo aportar una modesta contribución para elucidar este caso diría que en la Capilla de la Santísima Trinidad de la finca El Campillo que se encuentra en el termino municipal de San Lorenzo del Escorial, se acaba de celebrar una boda a lo grande, con centenares de kilos de partes nobles de buey de la sierra de Guadarrama pasados por la parrilla, la sartén, la cacerola, en almíbar... Un orgía alimenticia sin precio y sin nombre cuyo olor aún se puede sentir hasta el Valle de Los Caídos. Por cierto la boda era de un tal: José María Aznar Botella.
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