Ante la situación en Caja Madrid y las maniobras políticas para hacerse con su control, declaración de Izquierda Anticapitalista-Madrid
La complicidad entre los poderes económico y político es de sobra conocida, aunque normalmente se intente ocultarla, para evitar que sea demasiado explícito que el poder político real está al servicio de las finanzas. El conflicto abierto en Caja Madrid está desnudando a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria en la Comunidad, en sus denodados intentos por mantener o ganar posiciones en el reparto de la tarta de la caja madrileña.
El PP ha recrudecido su lucha interna en Madrid. El objetivo último de Esperanza Aguirre es poner a un peón suyo, el vicepresidente de la Comunidad Ignacio González, al frente de la cuarta entidad financiera del país para contar así con una plataforma privilegiada desde la que asaltar el liderazgo estatal del PP. Por su lado, Gallardón trata de impedir por todos los medios que su principal competidora interna se haga con el control de tan importante instrumento económico-politico. En medio, Mariano Rajoy maniobra para que Rodrigo Rato, responsable en buena medida de la burbuja inmobiliaria durante su etapa de ministro de Economía, sea el elegido, congelando así a una posible alternativa a su maltrecho liderazgo. La división del PP de Madrid ha llegado a extremos tales que un grupo de 13 concejales del Ayuntamiento ha pedido el cese inmediato del vicealcalde Manuel Cobo por unas declaraciones en las que profería acusaciones directas contra Esperanza Aguirre y su equipo.
Pero el desgaste que acumula la derecha madrileña es incapaz de aprovecharlo una izquierda que ha renunciado a la confrontación política en los grandes temas con el PP: sea sobre su agresiva política de privatizaciones que deteriora impunemente los servicios básicos para la población madrileña, sea sobre el despilfarro en obras faraónicas, como se ha mostrado en el intolerable “consenso olímpico”, sea ahora con la firma del “acuerdo de estabilidad” de la Caja por parte de PSM, IU-CM, UGT y la Federación de Banca de CC OO. Ésta es la constatación palmaria de que con esta izquierda nunca se podrá derrotar a la derecha ni a sus políticas, ya que ni siquiera lo intenta.
El Partido Socialista de Madrid (PSM) es un fantasma que se mueve entre el ridículo y el estupor ciudadano cada vez que su secretario general, Tomás Gómez, toma alguna iniciativa. La primera noticia relevante que se tuvo de él fue cuando propuso a Esperanza Aguirre una medida tan “progresista” como suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio. Ahora vuelve al primer plano de la actualidad por haber pactado con el Ejecutivo Regional la cuota de poder del PSM en los órganos directivos de Caja Madrid a cambio de apoyar al candidato que proponga Esperanza Aguirre, que tiene un seguro de vida político con este individuo. La dirección federal del PSOE parece que le va a enmendar la plana para que vote a Rodrigo Rato, opción por la que se inclina Zapatero, que ya contribuyó decisivamente a colocar a este neoliberal convicto y confeso al frente del Fondo Monetario Internacional. A esto le llaman “política de Estado”.
Por su parte, IU- Comunidad de Madrid (IU-CM) aparece de nuevo en acuerdos institucionales impresentables con el PP que deben causar sonrojo a su cada vez más desorientada base social. De la mano del eterno Ángel Pérez, la federación madrileña de la coalición renuncia a cualquier denuncia pública o movilización social en defensa de una Caja que actúe en defensa de los intereses de la ciudadanía madrileña a cambio de mantener las cuotas de poder en los órganos directivos de la misma. En este caso, y a diferencia del PSM que renunció en la anterior legislatura a tener representantes en la comisión ejecutiva de Caja Madrid, IU-CM cuenta desde hace más de 10 años con un representante, que fue vicepresidente de la entidad y que en la actualidad preside la Comisión de retribuciones de la Caja: se trata de José Antonio Moral Santín, consejero áulico de la mayoría de IU-CM y al que no se le conoce intervención alguna para defender un cambio de rumbo en la política de la Caja, ni cuando se trata de las grandes operaciones de la Corporación Financiera, ni siquiera cuando este verano le concedió un crédito de 76 millones de euros al Real Madrid para que fichase a Cristiano Ronaldo. Parece que los dirigentes de IU-CM están al servicio de Florentino Pérez, emperador del ladrillo y uno de los principales beneficiarios de la privatización de los servicios públicos en la Comunidad de Madrid, porque ya en 2001, también entonces junto al PP, le regalaron la recalificación de los terrenos de su antigua Ciudad Deportiva para levantar las cuatro torres inmensas que hoy dominan el skyline madrileño, una de ellas de Caja Madrid, por cierto.
El dinero que se entrega fácilmente a los grandes empresarios, desaparece para los créditos a las familias y la Obra Social de la Caja que no tiene apenas intervención para paliar la crítica situación en la que se encuentran muchas infraestructuras para necesidades sociales básicas en los barrios y pueblos de la Comunidad. Cuando la dirección federal de IU da su apoyo decidido a su federación madrileña contradice abiertamente su discurso sobre la banca pública y, más aún, su autodefinición como anticapitalista. Como tantas veces, sus hechos desmienten sus palabras.
Una organización política de izquierdas debería defender un modelo de Caja de Ahorros pública totalmente distinto del que hoy impera en Caja Madrid y no mercadear para conseguir puestos que sólo tienen detrás intereses visibles aunque inconfesables. Porque éstos son los que en realidad guían todos los movimientos de los partidos con representación en la Asamblea de Madrid: el crédito fácil para las fundaciones respectivas o próximas, así como para sus campañas electorales; la financiación de cooperativas de vivienda ligadas a personas afines a esos partidos o las inversiones en sociedades y medios de comunicación que afiancen sus espacios políticos respectivos
Frente a este panorama, Izquierda Anticapitalista (IA) hace un llamamiento para defender la conversión de Caja Madrid en una banca pública que atienda fundamentalmente el interés del pueblo de Madrid. Desde IA nos esforzaremos por promover y apoyar iniciativas que contribuyan a reclamar la función social tan urgente que ha de asumir Caja Madrid en un momento de crisis económica y social como el actual. Para derrotar a Esperanza Aguirre, a Gallardón y a sus políticas de derechas necesitamos una reactivación social que vaya poniendo los cimientos para construir otra izquierda, que esté totalmente alejada del basurero en el que se ha convertido la política madrileña y que tenga la credibilidad que pierden cada día el PSOE e IU.
Izquierda Anticapitalista-Madrid
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