Luego de los sucesos en la amazonía peruana del pasado junio, Alan García dio marcha atrás en los decretos que había impulsado y a los que los indígenas se oponían, se abrió un “debate” en la sociedad peruana para lograr llegar a buen puerto en relación al tema de los recursos naturales que existen en la amazonía peruana. En pleno debate, García, ha afirmado que los indígenas amazónicos son como “el perro del hortelano: que ni comen ni dejan comer”.
Muchos analistas peruanos están convencidos de que de Soto es el inspirador de la metáfora expuesta por García. En estos días, de Soto sacó un documental, que vino precedido de gran publicidad en los medios de comunicación llamado “El misterio del capital de los indígenas amazónicos”
Con este documental se pretende demostrar que los títulos de propiedad colectiva de la tierra son los que impiden a los nativos amazónicos gozar de los beneficios del desarrollo, que la propiedad colectiva no es en realidad propiedad y que la solución a los problemas del Perú, es facilitar títulos de propiedad individual a todos los peruanos, incluidos los indígenas amazónicos y los comuneros de la sierra.
Para muchos la alianza entre de Soto y García está clara. En estos momentos en que el gobierno aprista se encuentra en plena “mesa de dialogo” para solucionar el conflicto, se lanza este documental para reforzar la visión de muchos peruanos de que los indígenas son unos salvajes atrasados que se creen dueños de los recursos de sus tierras –que en realidad son de todos los peruanos- y que son los que están contribuyendo a perpetuar el atraso y la pobreza en el país. El video está plagado de trampas y dobles intenciones. Solo hace falta verlo con una visión crítica para no caer en ellas.
En este documental, el gran economista se desenmascara como un ideólogo atrapado en el neoliberalismo que no ha comprendido y entendido los hechos, que no ve la realidad y solo puede verla deformada por el prisma de su ideología. Justamente lo mismo que se imputaba a los senderistas. El otro sendero de Hernando de Soto y el ya desaparecido sendero de Guzmán, comparten el mismo fundamento: no apoyarse en la historia, en los hechos, en los deseos y voluntades de las personas y no ver las consecuencias a largo plazo de las decisiones que se toman o tomaron. Y así, a partir de un análisis apasionadamente ideologizado, con la aplicación de fórmulas mágicas pretenden o pretendían solucionar los problemas del capitalismo.

En esta lucha de David contra Goliat, los indígenas amazónicos no solo están defendiendo sus intereses, sino además, promueven una visión de desarrollo que respeta a las personas y al medio ambiente. Debemos estarles agradecidos.
Circulan muchas respuestas al documental de Hernando de Soto en la red: Tal vez a través de este podáis profundizar en el tema: Un gran brujo amazónico, Ino Moxo, dijo hace mucho tiempo, “cuando pienso en Fitzcarrald y en sus mercenarios, cuando pienso que esos genocidas eran hombres, me dan ganas de nacionalizarme culebra”. Cuando veo a Alan García y a personajes serios y sesudos como Hernando de Soto, también me da ganas de nacionalizarme culebra.
Pukaqoyllur
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