Dicho ambiente es simplemente un ejemplo más de la sociedad del consumo y de la economía del mercado, solo que con trajes medievales y una exposición de cetrería, ya que se dedica a la venta de productos alimentarios de diferentes lugares, toda clase de artesanía y ropa.
Todo esto es algo normal y seguramente no merecería la atención de un artículo si no fuera porque, al intentar teatralizar el ambiente de esa época, no se les ocurrió otra cosa mejor que atar a una mujer dentro de un carro y llevarla por todo el pueblo vendiéndola a los hombres y pregonando que hacia de todo.
Esto provocó un gran rechazo y se realizó una reclamación en la caseta de organización del evento para que se retirara inmediatamente esta actividad, ante lo que se negaron automáticamente alegando que era una broma.
Algunas personas nos propusimos que esta banalización de la violencia machista no se repitiera. Mandamos un escrito al Alcalde y nos convocó a una reunión.
Con grata sorpresa las demandantes nos hemos visto apoyadas en nuestra indignación. Ha asumido su parte de responsabilidad al no haber seguido el protocolo de control sobre este tipo de actividades, garantizando que en lo sucesivo no vuelvan a ocurrir.
Asimismo se ha comprometido a transmitir al resto de corporaciones locales, con las que tiene contacto, estos hechos y la importancia de su concienciación y compromiso para evitarlos.
1 comentario:
Aplaudo la iniciativa de las compañeras que fueron a denunciar lo ocurrido en las fiestas de Manzanares el Real, así como la respuesta que dió el Alcalde.
Es corriente que nos encontremos en nuestra vida diaria con situaciones similares que nos muestren a las mujeres únicamente como objetos sexuales.
No debemos dejar pasar estas sitiuaciones sin nuestra denuncia.
Marta
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