En 2008 España esta siendo golpeada por una tremenda crisis económica “inesperada”, las autoridades políticas e económicas nos piden realizar un esfuerzo particular para atravesar este difícil momento. Los asesores, economistas, banqueros, las direcciones de multinacionales, representantes de las grandes instituciones europeas e internacionales, etc. - en pocas palabras la oligarquía nacional y sus apoyos en el exterior - nos explica que se trata de un mal trago, que exige un ajuste estructural puntual.
En la lengua de los economistas, y en la de otro especialista del asunto convencido por el manual neo-liberal, se nos advierte que el ajuste puede tomar básicamente dos formas:
-Ajuste por las cantidades;
-Ajuste por los precios;
Naturalmente una combinación de los dos es también posible.
Una pequeña traducción de estos dos conceptos viene bien:
-Ajuste por las cantidades significa reducir las plantillas o sea despedir a trabajadores;
-Ajuste por los precio significa abaratar el trabajo o sea bajar el salario real de los trabajadores;
Una combinación de estos ajustes significa por tanto despedir asalariados y congelar los sueldos de los que se quedan en plantilla.
Ilustración 1:
José Luís Rodríguez Zapatero presento el Informe Económico del Presidente del Gobierno 2008 en junio con una nota que presenta entre adornos las medidas de austeridad siguientes:
"Contexto:...proceso de ajuste económico...hacen necesario tomar medidas para limitar el gasto corriente... Reducción de la oferta pública de empleo (-30%)... Congelación de los salarios de los altos cargos (busca tener un efecto ejemplarizante)..."
(Capitulo III de la nota de prensa).
Ilustración 2:
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el gobernador del Banco de España sostiene lo que presenta el informe anual de la entidad en Junio 2008: “Tras una larga fase de expansión impulsada por el dinamismo de la demanda interna y de la oferta la maduración del ciclo inmobiliario ha marcado el inicio de una fase de desaceleración cuya transmisión al resto de sectores depende de la evolución del empleo y de la competitividad y, por tanto, la flexibilidad del mercado de trabajo adquiere una gran trascendencia.”
(Capitulo 2 del informe).
Ilustración 3:
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, preconizaba en junio de este año en su nota perspectiva económica para España: “suprimir la indexación de los salarios con la inflación pasada para reducir el coste en términos de empleo en el contexto actual, teniendo en cuenta que se prevé que el paro, que era del 8,3% de la población activa de media en 2007, crecerá hasta el 9,7% este año y hasta el 10,7% el próximo”.(Nota en francés sobre perspectiva de España Nº83)
Si el presidente del gobierno sí que intenta comunicar con los mortales que somos, los dos segundos aprovechan la oportunidad para utilizar un lenguaje implícitamente descalificativo. Motivo por el que propongo una traducción de estas declaraciones de Junio 2008:
-El gobernador del Banco de España afirma que hemos crecido durante algunos años porque los españoles consumían mucho y se vendía muchas viviendas, ahora que se deprimo el sector de la construcción aumenta el desempleo y perdimos competitividad, con esta situación para recupera la situación económica la flexibilidad del mercado del laboral (salario y empleo) es fundamental.
-El secretario general de la OCDE propone suprimir la subida los salarios como sube el IPC, para no destruir empleo, puesto que el paro subira a 9.7% en 2008 y 10.7% en 2009.
Cabe destacar la mediocridad de estas previsiones cuando estando a Septiembre 2008 ya conocemos un nivel de desempleo de 10,5%. Pero mas allá de la “imperfección” del modelo que conduce a estas previsiones, son las propuestas de ajuste que son las mas criminales y contra-producente, flexibilizar el mercado del trabajo significa precarizar en todos los sentidos a los trabajadores en consecuencia deprimirá aún mas el santo consumo garante de nuestro “estado de bien estar”.
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