La batería de medidas impuestas para reducir el gasto público en 65.000 millones de euros en dos años y medio es ya de sobra conocida. Las consecuencias también: pérdida salvaje del poder adquisitivo de la clase trabajadora, pérdida de derechos laborales, indefensión de las personas en paro, empeoramiento de las condiciones de los pensionistas... Todo para salvar a la banca y mantener los beneficios de los que han provocado la crisis y con un horizonte que, inevitablemente, nos lleva a su empeoramiento, a la más negra depresión económica.
Urge, ahora más que nunca, poner en marcha un gran frente social de lucha contra las medidas impuestas por los grandes poderes económicos europeos y acatadas por el gobierno. Urge coordinar las luchas en curso, algunas de ellas ejemplares, como la de los mineros. Urge trazar un plan a medio y a largo plazo- que incluya una agenda de movilizaciones y medidas alternativas -para hacer frente a una agresión que no tiene límites ni fin. Las experiencias de lucha se han ido acumulando: el 15M; las luchas en educación, sanidad y de los funcionarios en defensa de sus condiciones laborales y por los servicios públicos; el combate bravío de la minería que ahora mismo se desarrolla... Las movilizaciones no han de permanecer aisladas unas de otras, se han de enlazar, articular y darse fuerzas mutuamente. El magnífico recibimiento a la “Marcha Negra” en Madrid, ninguneado por la prepotente e impresentable Esperanza Aguirre, es un modelo a seguir. Asimismo, estas movilizaciones se van a enfrentar a una represión cada vez más dura por parte del Gobierno. Las duras cargas policiales en las distintas marchas de apoyo a los mineros en Madrid de estos últimos días así lo atestiguan. Frente a esta represión, será también de crucial importancia organizar campañas antirrepresivas lo más unitarias posibles.
Las fuerzas sindicales, en particular las mayoritarias CCOO y UGT, tienen una gran responsabilidad en todo lo que suceda. Las circunstancias exigen a gritos el abandono definitivo de los intentos de reeditar la concertación social y la adopción de planes coherentes de lucha que incluyan movilizaciones y huelgas generales estatales, acciones sectoriales bien enlazadas entre sí y un propósito firme de ir desarrollando todo tipo de iniciativas encaminadas a mantener una lucha larga y sostenida en la que se debe confluir con la clase trabajadora de otros países de Europa, empezando por Grecia. En este sentido, la propuesta de CCOO y UGT que ya se ha hecho pública y que incluye la celebración de manifestaciones unitarias el próximo miércoles 19 de julio, constituye un primer paso, aunque se quede del todo corto, al no trazarse un plan bien definido de la supuesta “movilización sostenida contra los recortes” que ambos sindicatos dicen defender, ni hacerse referencia tampoco a las medidas alternativas que se deberían adoptar para enfrentar la situación. Definir tales aspectos resulta necesario para aspirar a hacer frente a este intento de involución histórica y a poner fin a la crisis en beneficio de la clase trabajadora
Comunicado de Izquierda Anticapitalista
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