La campaña contra la privatización del Canal de Isabel II, un organismo público que gestiona el agua de Madrid desde hace un siglo y medio y que ahora quiere privatizar el gobierno de Esperanza Aguirre, está creando un malestar creciente en la derecha política y mediática. Esta iniciativa, dirigida por la Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II, una entidad que agrupa a más de 20 colectivos sociales, sindicales y políticos, lleva ya más de un año denunciando incansablemente las intenciones de Aguirre, organizando manifestaciones y recogidas de firmas contra la privatización del agua madrileña. En el último tiempo, a los trabajos de la Plataforma se han sumado muchas asambleas y comisiones del 15-M. El domingo 4 de marzo, tras meses de preparación, la Plataforma ha conseguido instalar más de 300 mesas en toda la Comunidad de Madrid en la consulta popular sobre la privatización. Decenas de miles de personas han participado en ella, desbordando las previsiones más optimistas.
La “Marea Azul” contra la privatización del Canal no podía quedar a salvo de las embestidas de la derecha. Haciendo uso de uno de sus principales altavoces mediáticos, el diario EL MUNDO, hoy han perpetrado una burda manipulación informativa, con una noticia en la que se ataca personalmente a Ladislao Martínez, uno de los impulsores de esta campaña y un activista ecologista desde hace décadas, militante de Izquierda Anticapitalista y de otras organizaciones sociales. El artículo en cuestión, escrito por un tal Vicente Ruiz, Jefe de la sección de Madrid de EL MUNDO, es de una ruindad tal que demuestra hasta donde está dispuesta a llegar la derecha cavernaria que habita en este país para desacreditar el incipiente ciclo de luchas. Más allá de las posibles acciones legales que Ladislao y las organizaciones citadas en el artículo tomemos, parece muy conveniente que la izquierda alternativa en su conjunto vaya tomando nota de lo que le espera a partir de ahora: recortes sociales salvajes y privatización de todos los servicios públicos combinados con una fuerte represión policial, montajes mediáticos y duras sentencias judiciales contra la disidencia ante este estado de cosas. Tomemos nota para poder defendernos mejor.
Las mentiras que aparecen en EL MUNDO se caen por sí solas, pero aún así aclaramos que Ladislao no solo no tiene un Mercedes sino que ni siquiera tiene carnet de conducir. Que es profesor de secundaria y vive de su salario, que tiene un piso en propiedad compartido con su compañera que está en el distrito de Tetuán y no en la Castellana, y que las tierras de secano de propiedad compartida que tiene en su pueblo no darían ni para pagar una décima parte de la letra mensual del palacete donde vive Esperanza Aguirre. El artículo entero es pura basura.
En todo caso, el furibundo ataque que hoy lanza EL MUNDO contra Ladislao en realidad se dirige contra toda la gente que está empezando a movilizarse contra la privatización del agua en Madrid. Hacer más amplio el rechazo a esta medida entre la ciudadanía madrileña será la mejor respuesta. En ello estamos.
Comunicado de Izquierda Anticapitalista de Madrid
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