En la esquina de la principal glorieta del Zaburdón (San Lorenzo), trona un extraño monolito de granito que fue inaugurado en 2009 por la propia presidenta de la Comunidad y los ediles escurialenses en recuerdo a seleccionadas victimas del Terrorismo. En efecto, con este frío, duro y gris monumento las instituciones del poder quisieron homenajear sus victimas no todas las victimas del Terrorismo y la Barbarie.
Cabe la causalidad o no, que San Lorenzo cuanta con un panteón con miles de victimas del Terrorismo de Estado cuyos restos fueron llevado sin contar con el consentimiento de sus seres queridos: el Valle de los Caídos. También cuanta con un fosa común donde se encuentran los restos de más de 70 Defensores de la Democracia en las puertas del cementerio parroquial, aniquilados por los terroristas fascistas que actuaron impunemente en la comarca durante toda la dictadura franquista.
Pero San Lorenzo también cuanta con un alcalde asesinado por las hordas terroristas entrando en Madrid en 1939: Vicente González García-Carrizo. ¿Quien se acuerda de este primer edil predecesor de los muy ilustres, pero muy derechistas, José Luis Fernández Quejo y Antonio Vicente?
¿Se acordaron los actuales alcaldes en su ceremonia de este pasado sábado 10 de Marzo, de todas las victimas del terrorismo? Desde la Transición ningún de ellos reclamó el traslado de las victimas del golpe de estado de 1936 del mausoleo del Generalísimo, ninguno se acerco a las fosas y ni citaron el nombre de: Vicente González García-Carrizo.
Las instituciones locales no ofrecieron ni una calle, ni una glorieta, ni una fuente, ni una flor, ni un pensamiento, solo olvido para El Ilustre Alcalde.
Es hora de decírselo a la cara de "nuestros representantes", de reclamárselos y desde la calle de homenajearlo por haber servido nuestro pueblo y el pueblo y reconocerle que murió en el intento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario