Este fin de semana en la Fabrika de Sueños han actuado un grupo de más o menos 10 mujeres que pertenecen a la asociación Minka y que son originarias de América Latina. Estas mujeres siendo actrices aficionadas han sabido transmitir con muchísimo talento algunas de las emociones fuertes que vive una persona que “decide” irse a vivir a otro país para lograr un futuro mejor para ella y para los que dejan a miles de kilómetros. Así dejan atrás sus padres, hermanos, amigos pero también sus hijos que no volverán a ver durante meses o incluso años.
También denuncian las condiciones en las que se encuentran en sus trabajos, los abusos de las personas que las contratan “proponiéndoles” trabajo mal pagados y con precarias condiciones de horarios, de seguridad...
Ponen en escenas la soledad que se siente cuando tantos kilómetros les separan de los suyos.
Lo que mas sorprende de esta obra de teatro es la cantidad de veces que al estilo de Chaplin, estas actrices interpretan escenas que a la vez te dan ganas de reír al igual que te emocionan. Estas mujeres han encontrado la puesta en escena ideal para expresar lo que desde hace años, miles y miles de persona viven y sufren al dejar a su país y a su gente.
Recordemos que ya en el siglo XIX entre 1882 y 1936 emigraron a América algo como cuatro millones de ciudadanos españoles. Los países preferentes fueron Argentina, Cuba y Brasil. En 1935, 86.000 personas de nacionalidad española ya estaban instaladas en Marruecos como auténticos colones. Durante la guerra civil, solo desde el 27 de enero al 20 de febrero de 1939 pasaron la frontera con Francia en torno a 470.000 exiliados por los puestos fronterizos. Otra ultima cifra... A finales de la década de los cincuentas y hasta 1973, en torno a 2.750.000 emigrantes económicos españoles dejaban su patria para instalarse en particular en Francia, Suiza, Bélgica y Alemania.
Estos son algunas de las millones de personas que salieron de España en busca de una vida mejor. De esos españoles que se fueron, algunos regresaron años después pero muchos se quedaron en aquellos países en los que se suponían que iban a quedar para pocos años. Es importante recordar que muchas veces llamaron “manos de obra” y vinieron personas. Personas ante todo con derechos y deberes y que llamadas explícitamente o no, siempre recordaran como les dieron la “BIENVENIDA” y como se les trato. Estas personas son, con o sin el consentimiento de los autóctonos, con o sin papeles, con o sin estudios, con o sin dinero, ciudadanos activos en la construcción del país en el que viven.
Gracias a “Minka” por su trabajo y por recordarnos que ante todo estamos hablando de persona de cuerpo y alma.
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