870 bases militares de EEUU en el mundo, ni una más

Concentración contra el imperialismo, sus golpes de estado y las bases militares, por la soberanía nacional y la paz entre los pueblos el viernes 11 de septiembre, ante la Embajada de EE.UU (parte de atrás) Nº48 del Paseo de la Castellana. Metro Rubén Darío. ¡Negros nubarrones se ciernen sobre América Latina!

Las contradicciones internas del Imperialismo por ocupar un papel hegemónico en la explotación de los recursos naturales y de dominio en el ámbito político, hace que EE.UU., con el descalabro militar en Irak y Afganistán, el terrorismo, el despliegue militar (más de 870 bases militares en todo el mundo), las amenazas, la tortura y en general las violaciones a los DDHH, desarrolle una permanente y profunda violencia política, militar y social contra todos los pueblos y procesos que luchan contra las estructurales injusticias del sistema. Como solución a la profunda crisis económica y al aumento de la contestación popular contra su dominación, el imperialismo ofrece profundizar la represión, la invasión y la guerra.
En América Latina, a 200 años de la independencia formal de la corona española, los pueblos avanzan en la conquista de la democracia real, por la soberanía popular y la paz entre los pueblos. En todo el sub-continente se consolidan las corrientes democráticas y de izquierdas. Alentados por las luchas populares son elegidos gobiernos, como en el caso de Venezuela, Bolivia, Ecuador, El Salvador, etc. que contestan la supremacía norteamericana en la región e impulsan políticas en beneficio de los sectores populares. Se construyen iniciativas comunes, como la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), que rompen los lazos tejidos entre las oligarquías criollas y el imperialismo estadounidense, que se considera amo y señor del continente.
Para el imperialismo y las oligarquías, estos vientos libertarios, estas conquistas de los oprimidos, estas aspiraciones de los desheredados, de los nadie; deben ser destruidas aniquiladas, borradas de las conciencias de los pueblos. En el logro de este objetivo todos los medios son buenos: acciones de todo tipo para desestabilizar los gobiernos, aparentemente espontáneas pero dirigidas por supuestas ONG’s y otras organizaciones, junto a personalidades, creadas y financiadas desde el Pentágono; amplias campañas de propaganda a través de sus agencias de información y sus medios de comunicación en el ámbito internacional de desprestigio de las organizaciones populares, de las luchas de los pueblos y de los gobiernos no sometidos a sus dictados; intentos segregacionistas y de división de los países, como en el caso de Bolivia; golpes de estado contra los gobiernos que se desvían del cauce que les han trazado, como en Venezuela y Honduras; violación de la soberanía territorial de los países no afines. Por no hablar del genocida bloqueo que sufre el pueblo cubano desde hace ya 50 años. acusaciones de terrorismo, de narcotráfico o de narco-estados; denuncias ante los organismos internacionales con pruebas traficadas o en búsqueda del efecto propagandístico; asesinatos, persecución y criminalización de dirigentes populares incluso fuera de la región; represión de la solidaridad internacional a través de la criminalización de activistas y defensores de Derechos Humanos, como en los casos de 7 jóvenes de Dinamarca o de Remedios en España; invasiones e instigación a los conflictos armados entre los diferentes países del sub-continente.

Con el golpe de Estado en Honduras, el gobierno norteamericano deja claro que no descarta futuras intervenciones armadas en otros países del continente. Es en este marco que se ubican, el despliegue de la IV Flota en los mares sudamericanos y la instauración de bases militares norteamericanas en Colombia, junto a una mayor presencia de personal militar y de mercenarios. Indudablemente cuentan para ello, con la complicidad del genocida y narco-paramilitar Álvaro Uribe Vélez, Presidente de Colombia, impuesto al pueblo colombiano a través de la corrupción y el terrorismo de estado, ejercido particularmente por los grupos paramilitares.
La IV Flota destruyó a Imperio
Todas estas agresiones cuentan con la pasividad cuando no la complicidad de los gobiernos de la Unión Europea, incluyendo el del estado español, actuando como defensores de los intereses económicos de las multinacionales, interesadas en el mantenimiento del expolio de los recursos de Latinoamérica y el Caribe, enfrentadas por tanto, a todo proceso de soberanía económica y política en la zona.

Para los latinoamericanos vuelven los recuerdos de los golpes de Estado en Chile, Argentina, Uruguay…Vuelven los tiempos de las dictaduras, de los Planes Cóndor, de las invasiones como las de República Dominicana, Grenada, Panamá. Pero hoy como ayer, la bota militar no podrá romper la voluntad de los pueblos, su dignidad y su amor por la vida y la libertad.

Es necesario hoy, desenmascarar y luchar contra la injerencia del imperialismo a través de intervenciones directas e indirectas en América Latina y el Caribe, así como solidarizarse con las luchas de los pueblos, respaldando sus justas aspiraciones de soberanía, integridad territorial, democracia y paz.

Es por ello que las organizaciones abajo firmantes hemos decidido:

Rechazar con firmeza el golpe de Estado en Honduras, exigiendo el regreso inmediato y sin condiciones del presidente Zelaya y la aplicación de la justicia a los golpistas en todos los niveles de responsabilidad. Exigir el retiro inmediato de la IV Flota de los mares de América del Sur y oponernos a la instauración de las bases militares en Colombia, por representar un peligro para la paz y la integración de América Latina. Unir nuestras voces a la exigencia del pueblo colombiano demandando “que se vaya Uribe” exigiendo una solución política al conflicto social y armado que vive Colombia.
Apoyar las iniciativas de integración de los pueblos de América Latina y El Caribe, que en el marco del ALBA se está desarrollando actualmente. Exigir que sea detenida toda persecución contra los defensores de DDHH, contra los dirigentes populares y los colectivos de solidaridad. Que cese la criminalización de la solidaridad. Exigimos un pronunciamiento judicial inmediato desestimando la causa contra Remedios García Albert y la restitución de su imagen pública. Contra el imperialismo, sus golpes de estado y las bases militares. Por la soberanía nacional y la paz entre los pueblos.

En el marco de la Campaña de Solidaridad con América Latina y El Caribe, firman este manifiesto:

Asamblea de Apoyo a Evo Morales y al Proceso Constituyente en Bolivia, Asociación Cultural Coordinadora De Inmigrantes “COIN”, Asociación Ecuatoriana – AERGE, Asociación Panafricanista, Asociación Solidaridad “Antonio Maceo”, Asociación Solidaridad Bolivariana, Ateneo Popular de Solidaridad entre los Pueblos, Club de Amigos de la UNESCO – CAUM, COINPE, Colectivo 26 de Julio, Coordinadora Antifascista, Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba de Madrid – CESC, Coordinadora Estatal De Solidaridad Con Nicaragua Y El Alba (CESNA), Iniciativa Comunista, Izquierda Anticapitalista, Izquierda Castellana, Izquierda Unida – IU, Juventud Comunista de España (marxista-leninista) - JCE(m-l), Movimiento por la Constituyente Popular – MCP, Partido Comunista de España – PCE, Partido Comunista de España (marxista-leninista) - PCE(m-l), Partido Comunista de los Pueblos de España – PCPE, Partido Nacionalista Peruano – PNP, Plataforma Bolivariana De Madrid, Plataforma de Ciudadanos por la República, Plataforma De Solidaridad Con Colombia, Republicanos de la Zona Sur de Madrid – RZSM

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