¡No a la guerra y a las ocupaciones!
En 2001 las tropas de EEUU y sus aliados, bajo el paraguas de la OTAN, ocuparon Afganistán. Argumentaban que les movía el afán de instaurar, a golpe de fusil, la democracia y la seguridad, prestar ayuda humanitaria, luchar contra el terror y emancipar a las mujeres afganas. Instalaron como presidente del país a Hamid Karzai, un antiguo empleado de la petrolera estadounidense UNOCAL y ex confidente de la CIA, y como ministros a antiguos señores de la guerra.
En estos años, la situación de las mujeres afganas, cuya liberación del burka fue el icono propagandista para justificar la invasión, se ha revelado como la más cínica de las mentiras. Su situación no sólo no ha mejorado, sino que a su opresión se ha añadido la posibilidad de perder la vida en los “humanitarios” e indiscriminados ataques aéreos de la OTAN.
Siete años después se hace evidente que la ocupación sólo ha servido para incrementar los enfrentamientos el odio y el dolor general. En los últimos meses asistimos a una peligrosa escalada bélica en la que las fuerzas de Estados Unidos no dudan en bombardear conscientemente a la población civil, tanto en Afganistán como en la vecina Pakistán, alimentando así la amenaza de una guerra generalizada en la zona. De hecho, crecen los datos que apuntan a una próxima agresión armada contra Irán, auspiciada por Estados Unidos e Israel.
Lo sabemos todos: la “guerra contra el terror” y la invasión de Afganistán nada tienen que ver con la democracia y la libertad, pero sí con los intereses de las grandes potencias. El pueblo afgano tiene la mala suerte de vivir en una zona de gran importancia geoestratégica, fronteriza con Irán, China, Pakistán, y cerca de los importantes yacimientos energéticos del Mar Caspio. Tras los atentados del 11-S, los dirigentes de EEUU vieron la oportunidad de imponerse y controlar toda la región. Israel también encontró una inmejorable ocasión para incrementar sus políticas de apartheid y limpieza étnica sobre la población palestina.
La OTAN, una alianza militar cuya supuesta razón de existir, el bloque del Este, desapareció hace casi dos décadas, es el instrumento armado de esta lamentable ocupación. A los 60 años de su fundación, se ha reciclado en policía mundial y se ha incorporado toda ella, incluyendo a los países europeos, a la doctrina estadounidense de guerra preventiva. La ocupación de Afganistán se ha convertido en la prueba del algodón de la “nueva OTAN”; del éxito de esta operación dependerá la capacidad de la Alianza para imponerse como el brazo armado de EEUU y de la Unión Europea.
Y no olvidemos la sombra de Guantánamo. La “guerra contra el terror” ha producido un enorme retroceso en los derechos humanos en todo el planeta, dando a los gobiernos una coartada para criminalizar expresiones de oposición al sistema que nada tienen que ver con terrorismo.
Es necesario recalcar que la problemática del Medio Oriente no es reciente y tiene un punto de inflexión en el inicio del mal llamado “conflicto árabe-israelí”. Un día como hoy, 29 de Noviembre, hace ya 61 años, Naciones Unidas aprobó la resolución 181 que suponía la partición de la Palestina histórica en un estado judío, al que se otorgó el 55% de la tierra y un estado Palestino para los árabes con el 45% restante. El desalojo desempeñado desde entonces fue llevado a cabo con extrema violencia por las milicias sionistas, provocando la expulsión masiva de población palestina que actualmente suman cerca de 4,5 millones de refugiados en todo el mundo, hecho que se conoce con el término árabe “Nakba” (el desastre), que el pasado 15 de mayo, como la OTAN, conmemoró su 60 aniversario. Las grandes potencias decidieron resolver entonces de forma drástica la cuestión judía, un problema originado en Europa que alcanzó su máxima expresión en el nazismo alemán y sin relación alguna con Oriente Próximo, trasladándolo al pueblo palestino. En 1978, las mismas Naciones Unidas declararon tal día como hoy, el 29 de Noviembre como Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, con lo que otorgaba un reconocimiento oficial a la injusticia cometida entonces por esa misma institución.
Tras 60 años de progresiva ocupación aquella proporción inicial de tierra palestina se ha visto drásticamente reducida a apenas un escaso 14%, debido a las políticas de hechos sobre el terreno aplicadas por Israel. La Ocupación y el descarado régimen de Apartheid que el Estado de Israel mantiene en Palestina, del que no se excluyen los palestinos con ciudadanía israelí, constituyen violaciones flagrantes y sistemáticas de los Derechos Humanos, y en concreto del Derecho Internacional Humanitario. Mientras, el deterioro de la vida en los Territorios Palestinos prosigue inexorablemente y el sufrimiento de la población se torna insoportable con tintes absolutamente devastadores en la Franja de Gaza.
España está plenamente implicada en sendas operaciones imperialistas para controlar el Medio Oriente. El gobierno mantiene que las tropas españolas no forman parte de la ocupación, sino que trabajan en la reconstrucción. Pero el propio Secretario General de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, rechaza cualquier separación entre reconstrucción y guerra, declarando que “Afganistán es un solo país, un solo teatro estratégico para la OTAN”. También según la OTAN, la función de los PRT —los equipos de reconstrucción en los que trabajan los soldados españoles— es la de “extender la autoridad del Gobierno central”; es decir, fortalecer al gobierno impuesto por laocupación.
Además España, como país miembro de la Unión Europea, ha colaborado en el proceso de destrucción de la democracia palestina, principalmente por las lesivas sanciones económicas y políticas, que han sido dirigidas por EEUU e Israel y que una UE cada vez más subordinada ha apoyado, boicoteando al gobierno democráticamente elegido por el pueblo palestino y permitiendo un sanguinario aislamiento contra la Franja de Gaza que continúa. Mientras, por el contrario se prosigue “premiando” la actitud genocida de Israel con nuevos acuerdos militares, económicos, políticos y culturales. La decisión de mejorar el acuerdo entre la UE e Israel, así como la propuesta para su entrada en la OCDE son dos claras muestras de esta actitud de incrementar los acuerdos con Israel a cambio de nada, una condicionalidad sin condiciones para Israel.
Pero la presencia española en Afganistán o el apoyo a la ocupación israelí de Palestina no son hechos aislados. Forma parte de un cuadro preocupante:
El Estado español ha votado repetidamente en la ONU para legitimar la ocupación de Iraq..
Las bases militares de EEUU en el Estado español siguen sirviendo de escala en los vuelos ilegales de la CIA y ahora se plantea la construcción de una nueva base en Zaragoza, que se sumaría a las ya existentes en Rota (Cádiz), Morón (Sevilla) y Retamares, aquí en Madrid.
Tras la guerra de Israel contra Líbano en 2006, las tropas españolas vigilan no al agresor, sino a la víctima de guerra, bajo una resolución que exige el desarme no de los atacantes, sino de la resistencia. - La nueva ministra de Defensa ha declarado “obsoleto” el límite de 3.000 soldados españoles destinados al exterior, abriendo así el camino a aún más intervenciones militares.
Durante el mandato del Gobierno de Zapatero, tanto el gasto militar como el comercio de armas del Estado español se han disparado.
Es evidente que el gobierno de Zapatero se ha alejado mucho del sentimiento popular antibelicista que le aupó al poder en 2004. La presencia de las tropas españolas en ese país, lejos de servir a una reconstrucción inviable mientras dure la guerra y la ocupación, nos hace cómplices de las decenas de miles de muertos de población civil.
Por todo ello, y recordando que hace más de 5 años que las calles de las grandes ciudades del mundo se llenaron de 110 millones de personas que protestaban contra la guerra de Iraq y que en el Estado español no menos de 7 millones se manifestaron en la calle, unidas todos en el grito de “¡NO A LA GUERRA!”, afirmamos hoy, con las mismas razones que forzaron a la retirada de las fuerzas españolas de Iraq, que la ocupación de Afganistán es una guerra ilegal e ilegítima que persigue consolidar un interés estratégico de países occidentales en detrimento del bienestar de la población afgana.
Exigimos, en consecuencia, la retirada inmediata de Afganistán de las tropas españolas y las del resto de países; que no sean enviadas a ninguna otra misión en el exterior; y que se inicie un replanteamiento de la política militar del Estado hacia una línea de neutralidad activa, reducción drástica del gasto militar y salida de la OTAN. También exigimos que se retire el apoyo a Israel y se promueva la implantación de sanciones a este Estado hasta que acabe con la ocupación y reconozca y permita el desarrollo de un Estado Palestino viable en las fronteras del 67 con capital en Jerusalén Este y reconozca el derecho al retorno de los refugiados.
Con esos objetivos, las organizaciones y movimientos sociales y políticos abajo firmantes, respondiendo a la llamada de una reunión estatal de activistas antiguerra, el 28 de junio en Madrid, y coincidiendo con la campaña europea contra la OTAN, en el 60 aniversario de su creación, convocamos un día de movilización, el sábado, 29 de noviembre, día internacional de solidaridad con el pueblo Palestino, a favor de estas demandas. Hoy como hace 5 años, volvemos a gritar de nuevo:
¡NO A LAS GUERRA IMPERIALISTAS! ¡RETIRADA DE LAS TROPAS ESPAÑOLAS DE AFGANISTAN! ¡ALTO A LA AGRESION AL PUEBLO PALESTINO! ¡FUERA TROPAS DE OCUPACION DE AFGANISTAN Y LIBANO! ¡OTAN NO, BASES FUERA!
Convocantes: ACSUR LAS SEGOVIAS MADRID, ASAMBLEA CONTRA LA GLOBALIZACIÓN CAPITALISTA Y LA GUERRA, ASOCIACIÓN DE LA COMUNIDAD HISPANO-PALESTINA JERUSALÉN, PAZ AHORA, CONFEDERACIÓN INTERSINDICAL STES-STAS-SF, COMITÉ DE SOLIDARIDAD CON LA CAUSA ÁRABE, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN, EN LUCHA, ESPACIO ALTERNATIVO, LA COMUNIDAD PARA EL DESARROLLO HUMANO, PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA )(MARXISTA-LENINISTA), PARTIDO COMUNISTA DE MADRID, SODEPAZ, UNIÓN DE JUVENTUDES COMUNISTAS DE ESPAÑA, UNIÓN PROLETARIA
MANIFESTACIÓN: Sábado 29 de noviembre a las 18,30 h. en Madrid desde Tirso de Molina hasta la plaza del Reina Sofía.
La MANIFESTACIÓN coincide con el ’DÍA INTERNACIONAL de SOLIDARIDAD con el PUEBLO PALESTINO’
La Asamblea General de la ONU estableció el 29 de noviembre como Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino (resolución 32/40 B). Ese mismo día, en 1947, la Asamblea había aprobado la resolución sobre la partición de Palestina (resolución 181-II ) que produjo la ’Nakba’ (el desastre) del pueblo palestino.
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