En otro de los golpes contra los servicios públicos y sociales del llamado Estado del Bienestar, el Neoliberalismo ataca de frente y a la fuerza la Educación pública, tanto superior como media, y la Unión Europea actúa como ganzúa y vanguardia de este flagrante proceso en contra de los intereses sociales y a favor de los intereses empresariales.
Alegando a la mayor movilidad de l@s alumn@s y titulad@s por Europa; Hablando de flexibilidad y formación; enarbolando la bandera de la mejora de la calidad de la enseñanza; y defendiendo una pretendida autonomía de la Universidad, el Espacio Europeo de Educación Superior, mediante el llamado proceso de Bolonia supone una reducción de los presupuestos públicos para la Universidad, siendo sustituido por la financiación privada: Aumento de las tasas, una disminución de becas, y su sustitución por becas privadas, verdaderas hipotecas hechas a medida de los bancos.
La financiación privada introducirá los intereses de las empresas en la Universidad a través de órganos como la ANECA, intentando crearse una Universidad adaptada al mercado de trabajo marcado por los intereses empresariales.
Y todo esto mientras la calidad de la enseñanza disminuye a la par que se aplica toda esta reforma. Los nuevos planes de estudios se convierten en estudios devaluados, los llamados grados, que conllevan una formación básica, durante menor tiempo, generando una educación muy general y elemental, formadora de trabajador@s no cualificad@s, destinados a servir a los intereses del mercado de trabajo.
Esto obligará a los “graduad@s” a tener que acceder a los postgrados, estudios a precio de master para lo que las becas dadas sólo serán las privadas, que deberán ser devueltas a altos intereses, significando verdaderos préstamos bancarios.
Para articular todo esto, los créditos ECTS, nuevos créditos, convierten a l@s alumn@s en estudiantes a tiempo completo, dedicados exclusivamente al estudio sin que ello suponga ni tan siquiera una mejora de la formación, más allá de los requisitos que marquen las empresas. Esto impedirá estudiar a aquellos que tengan que trabajar para pagarse los estudios. Además, supondrá una reducción del tiempo libre dedicado a una formación alternativa y complementaria, introduciéndose una mecanización de la labor del estudiante, midiéndose tanto el trabajo asistencial como el no presencial.
En definitiva, un proceso que supone supeditar los intereses de la Universidad a los del mundo empresarial, es decir, un proceso de mercantilización y elitización de la Educación superior, el cual rompe con el concepto de Universidad de masas que garantice el acceso igualitario y sin ambages a la enseñanza superior. No debemos olvidar, sin embargo que se trata de un ataque frontal al conjunto de los servicios públicos, y en esa línea mantendremos la exigencia de una Huelga General de los Servicios Públicos, desde la Sanidad a la Educación.
La educación será más cara, de peor calidad, y el acceso a ella se verá marcado por la disponibilidad de recursos: estudiarán aquell@s que puedan permitírselo, mientras que los hijos e hijas de aquell@s con menor poder adquisitivo no podrán estudiar.
Contra este ataque a la Universidad pública solo nos queda dar la batalla, organízate y lucha por tus derechos, por una Universidad laica, democrática, científica y gratuita.
Por una Universidad pública y de calidad.
Movilízate el día 13 de noviembre.
Espacio Alternativo
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