¿Que alegan los censores? Básicamente consideran de "dudosa legalidad" o "gratuitamente provocativa" el cartel y el título de la ficción.
El cartel tal como podemos descubrir no es ni vulgar, ni misógino, ni pornográfico y podría perfectamente ser utilizado por una mercantil campaña de promoción de lancerías.
El título contiene la palabra ninfómana y es el principal delito a la buena moralidad que comete el director Christian Molina. En efecto, cuando propuso un cartel alternativo: un póster en blanco con solo el título de la película, el veto no se levanto. Observa, con razón, que "Si la obra se hubiese titulado Diario de un asesino seguramente no hubiese habido ningún problema".
No podemos naturalmente descartar que la productora Canónigo Films se aproveche de la censura de algunos medios para rechazar las campañas posibles por otro medios y beneficiarse de la polémica como medio de promoción, pero no quita el hecho de que exista en Madrid unos censores en activo y con responsabilidades.
Val es una mujer atractiva con estudios universitarios y una posición social acomodada. A sus 28 años, se muestra muy liberada en sus relaciones, acostándose con quien quiere para satisfacer su curiosidad sexual. Tras muchos devaneos, Val conoce al que cree que será el amor de su vida, pero sus ilusiones se rompen cuando es maltratada física y psicológicamente. Desesperada, se adentra en el mundo de la prostitución de lujo en busca de nuevas experiencias, algunas de ellas extremas y peligrosas.
Cabe la casualidad que también salió este 17 de Octubre en carteleras Camino de Javier Fesser, se trata esta vez de una película inspirada en otra historia real, la breve y angustiosa vida de una niña hija de una familia del Opus Dei que sufre una dolorosa enfermedad.
En una atmósfera de santidad, donde la familia sólo espera aferrada a un Dios "misericordioso" y mientras el Opus Dei veía en el sufrimiento de la niña todo un ejemplo, y cuando parecía que solo la muerte era ya inevitable, se enfrente a un descubrimiento nuevo al enamorarse de Jesús. Para desgracia de su madre, no del hijo de Dios sino de un niño de su misma edad. Se trata de un Camino capaz de atravesar todas las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella y que pretenden inútilmente sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse feliz.
Es de notar la repercusión mediática de estas criticas ideológicas mucho más que artísticas que también podría dejarnos pensar que el Opus Dei promociona la próxima beatificación del protagonista a la que se intentó inculcar el placer de la redención a través del dolor.
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