Esto últimos días se ex-filtraron desde las instituciones locales de Colmenarejo, los planes de la mayoría municipal del PP de realizar recortes drásticos en la plantilla municipal. Los datos son escalofriantes porque representan a prácticamente un 30% de reducción de personal, aún que hablemos de 8 trabajadores y sus familias como principales afectados. El plan baraja en primer instancia jubilaciones y amortizaciones, términos que no dejan de ser despidos encubiertos.
La multiplicación de las reducciones de plantilla en la comunidad y los ayuntamientos de la comarca son realmente datos más que preocupantes que serán amplificados por las privatizaciones en curso y los recortes del Gobierno central. El resultado automático de esta política coordinada de lo local a lo estatal por la oligarquía y los caciques de la derecha madrileña, sera una depresión económica nunca visto, con un caída del consumo que alimentará el cuadrante de la destrucción de empleo hasta la más remota pequeña empresa. De seguir esta pauta durante todo 2012, podría ser para muchos trabajadores en el paro o en activo y tiritando, el fin del mundo de la inconsciencia.
En Colmenarejo de la misma forma que en todas los ayuntamiento de la sierra, los argumentos del ayuntamiento derechista es la insostenibilidad de la plantilla y la escasa productividad de los trabajadores del ayuntamiento. Con palabras políticamente menos hipócritas, lo que piensan es que los trabajadores del sector público son unos vagos (excepto los políticos del PP) y que podrían favorecer el negocio de sus amigos o semejantes entregándoles la gestiones de las actividades públicas locales.
Este es el sentido del anuncio de la alcaldesa Nieves Roses, de racionalizar o re-negociar los contratos de la limpieza de los edificios municipales, la recogida de basuras, la limpieza viaria, o el Centro Especial de Empleo a cargo de la Fundación APASCOVI. Esta fundación sin ánimo de lucro implantada en casi todos los pueblos de la comarca tiene por propósito proporcionar un empleo estable a personas con discapacidad en el ámbito de proyectos, obras, riegos, mantenimientos... de parques y jardines públicos y privados, planta de compostaje etc.
Como podemos constatar, el progreso social o los derechos sociales se limitan al tiempo de la opulencia, porque cuando más son necesarios como en tiempo de crisis, es cuando los políticos profesionales del SOE o del PP deciden cuestionarlos, mermarlos o suprimirlos.
Esta política solo podrá llevarnos a cuestionar en el mundo laboral: las pensiones, las prestaciones por desempleo, las vacaciones, el salario mínimo... y en las relaciones sociales: la enseñanza pública, la sanidad pública, las bibliotecas públicas... Tal vez cuando todo esto sea nada más que recuerdos, será cuando la gente se indigne de verdad y tome la iniciativa ciudadana.
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