Manifestación por los derechos de las empleadas domésticas

El próximo domingo, 28 de marzo, a las 13H desde la plaza de Jacinto Benavente hasta la Puerta del Sol, las mujeres de Sedoac, el grupo Cita de Mujeres de Lavapiés y la Agencia de Asuntos Precarios, se manifestarán por los derechos de las empleadas domésticas, coincidiendo con la celebración, el 30 de marzo, del Día internacional de Empleadas del Hogar.

“Nos gustaría que no fuese una manifestación más: que cada cual, personas y grupos, de Madrid o de otras ciudades, se reapropie de la convocatoria dándole el significado que más conecte con su propia experiencia, idea o sentir. Escribiendo sus propias cosas, llevando sus pancartas, haciendo la manifestación suya bajo una idea común: por la equiparación del régimen del empleo de hogar al régimen general y por los derechos de las trabajadoras sin papeles.

Las empleadas del hogar están sujetas a un régimen especial en el que no se aplica ni el Estatuto de los Trabajadores ni el del Trabajo Autónomo. Y, aunque está previsto que Gobierno y sindicatos comiencen a debatir un documento que las integre dentro del Régimen General y amplíe sus derechos, entre los que destaca el derecho a prestación en caso de accidente, lo cierto es que esa negociación se ha visto ya postergada en varias ocasiones. Así lo explica Graciela Gallego, de Sedoac, una asociación que nació en verano del 2006 con el objetivo de luchar por la mejora de la situación laboral de las trabajadoras del hogar.

“Ya en el año 2007 se intentó pero no hubo acuerdo y en el 2009 se canceló la discusión y la reforma de nuestras condiciones laborales”, afirma esta colombiana que trabaja desde hace cuatro años cuidando a un anciano. “Ahora dicen que va a haber unas mejoras, pero serán progresivas, llevarán como poco cinco años. A nosotras nos parece que la aplicación de las mejoras debe ser inmediata”.

Las trabajadoras del hogar piden la derogación del real Decreto 14/24 de 1985 porque “es obsoleto”, así como el artículo 2 del Estatuto de Trabajadores, en el que se regula el trabajo doméstico como “algo especial”. Para Sedoac, “el punto de partida es la eliminación del régimen especial y la integración de las empleadas domésticas en el general. A partir de ahí, equiparar en todo lo posible sus derechos a los del resto de trabajadores: derecho a la prestación por accidente y por enfermedad, derecho al subsidio por desempleo, a una pensión digna…”

Condiciones

Actualmente, para estas trabajadoras las indemnizaciones por despido se sitúan entre 0 y 20 días, frente a las del resto de trabajadores (entre 20 y 45 días). Hay una cuota única de 157,08 euros al mes a pagar a la Seguridad Social, independientemente de la jornada laboral que tenga la empleada. Las trabajadoras del hogar sólo cobran la baja a partir del día 29 y no tienen derechos en caso de que sufran un accidente de trabajo.

Una de las reivindicaciones más fuertes es la eliminación del conocido “pago en especie” que sucede, sobre todo, en el caso de las empleadas que trabajan como internas, a las que muchas veces se les descuenta del sueldo el alojamiento y la manutención. Sin embargo, este parece ser uno de los puntos más complicados.

Con respecto a la prestación por desempleo, de momento estas trabajadoras no pueden acceder. La mayoría de esas personas son trabajadoras extranjeras que laboran más de 60 horas a la semana y que en muchos casos tienen que destinar parte de su sueldo, que oscila entre los 400 y 700 euros, a pagarse la seguridad social.

El año pasado terminó con unas 300.000 personas afiliadas al Régimen Especial de Trabajadores del Hogar, de las que más del 90% son mujeres y cerca del 60%, inmigrantes. Sin embargo, el empleo doméstico es un sector sumergido, por lo que las estimaciones apuntan a que la cifra real de trabajadoras domésticas duplica al número de afiliadas. Incluso algunas fuentes hablan del millón de personas dedicadas al trabajo doméstico en España.

Así, parece que un objetivo importante para estas mujeres es que el sector salga a la luz. “El empleo de hogar sostiene la vida de miles de hogares cotidianamente y, sin embargo, es un trabajo invisible, infravalorado”, dice Graciela.
En la mañana del pasado domingo, 28 de Marzo, comenzaron a agruparse cientos de mujeres en la plaza Jacinto Benavente, para demostrar que el servicio domestico es un trabajo que existe. Izquierda Anticapitalista estuvo presente aunque dejando todo el protagonismo, para este sector laboral tan denostado y olvidado.
 
Es un trabajo sin derechos, abierto directamente a la explotación más vil, olvidado por los grandes sindicatos, que no lo deben de considerar importante y por la población en general que se olvida de esta realidad. Cuando pensamos en trabajadores y trabajadoras, pensamos en el sector de la construcción y la industria, pero nunca se repara en estas mujeres, que muchas no tienen papeles, ninguna derechos, no son consideradas personas libres, su vida mas allá de la escoba y la fregona, no existe, no se las considera trabajadoras, mas bien esclavas. Ayer demostraron que existen, no son esclavas y exigen derechos.
 
Oprimidas y explotadas, ilegales en muchos casos, exigen unas condiciones dignas de trabajo y su equiparación con el resto de los trabajadores en la Seguridad Social. El camino es largo y duro, y por ello debemos apoyar a un sector importante, pero invisible, y olvidado por todos, salvo cuando hace falta.
 
Muchas manifestantes no pudieron participar, porque el domingo también es día de trabajo en este sector, pero aun así fue una buena demostración de fuerza. Cabe recalcar que es importante el grado de unidad alcanzado ayer al que esperamos que se sumen otras organizaciones ausentes y que sea el inicio de nuevas movilizaciones.

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